No se necesita ser un experto para
identificar la poca o nula efectividad de los muchos proyectos e iniciativas
con fines pedagógicos que se apoyan en
tecnologías distintas a las impresas, que terminan por chocar con la
estructura del sistema escolar en México. Incorporar materiales y métodos
digitales en la educación no es mala idea, sin embargo deberemos superar
múltiples resistencias y dificultades propias de un país con un severo rezago
tecnológico.
Dejando de lado la situación económica,
este rezago no es responsabilidad exclusiva de un gobierno, ni se debe culpar a
unos cuantos adinerados (tal como suelen disculparse la gran mayoría de los
problemas en nuestro país). Un parte radica en la manera de pensar de muchos
mexicanos que aún desconfían de las herramientas tecnológicas y sus alcances. Por
ejemplo, cuánta gente sigue considerando que las tarjetas de débito no son
confiables para pagar y prefieren llevar todo el dinero en sus carteras o lo
guardan bajo el sostén. No hace mucho
tiempo, había empresas que todavía consideraban poco útil tener un sitio web; y
cuántos de nosotros no somos capaces aún de comprar en a través de internet por
temor a ser defraudados.
Considero que se deben establecer las condiciones necesarias antes de iniciar el uso de este tipo proyectos o materiales
digitales, al menos tres son básicas: 1) Cualquier material que se
desee emplear debe estar disponible para todos los posibles usuarios y adaptado
al nivel académico de cada grupo, 2) Debe ser fácilmente accesible desde
cualquier lugar y por ende todos tendrán las herramientas para acceder, y 3)
Los educadores deben tener la capacidad técnica necesaria para realizar las
actividades de aprendizaje empleando los materiales digitales.
Se han tratado de incorporar las computadoras
y el internet como herramientas de aprendizaje, sin embargo, su impacto está
limitado por la poca disponibilidad y accesibilidad a equipos de cómputo
adecuados. Además, aunque existan los materiales y su correspondiente
equipamiento tecnológico, si los educadores carecen de la preparación adecuada,
no podrán llevarse a cabo proyectos educativos con materiales digitales. En
este sentido, la formación del profesorado en el uso pedagógico de la nuevas
tecnologías se convierte en uno de los obstáculos para lograr que se concrete
la incorporación de las mismas.
Estos factores son necesarios para que
los recursos digitales, como los blogs, se conviertan en verdaderos recursos
para la educación escolar en todo el país y no sólo para los que de por si ya
tienen suficientes recursos y que muchas veces no los emplean precisamente para
acceder al conocimiento.
Lógicamente, un método de enseñanza
apoyado en el uso de una combinación de materiales tanto convencionales como
digitales, requerirá el desarrollo de programas y actividades de aprendizaje distintas
del método actual. Es indudable que el empleo de estos nuevos recursos en las
escuelas públicas implicará una mayor integración de la institución escolar en
el contexto de la sociedad de la información o era digital. Se trata de
escolarizar las tecnologías, llevarlas a las aulas y darles sentido y utilidad
pedagógica. Y si analizamos todas las implicaciones, me parece que dista mucho
para que en México se puedan implementar sistemas educativos que empleen las
TICs.
Es necesario que sociedad, iniciativa
privada y gobierno comiencen a formar alianzas entorno a la educación basada en
herramientas digitales. Sumar esfuerzos para acercar estas herramientas en todos los niveles educativos y convertirlos en aliados cotidianos del aprendizaje en nuestro país. ¿Tu qué estarías dispuesto a hacer para que aquellos en
desventaja puedan acceder a esas herramientas del aprendizaje apoyado en tecnología?.
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